Papel de cáñamo, una tradición milenaria y sostenible

Papel de cáñamo, una tradición milenaria y sostenible

de Benito Díaz

La producción de pulpa para papel ha aumentado un 40% desde 1998, y otro 60% de crecimiento está previsto para los próximos 50 años.

El consumo de productos derivados de la madera ha aumentado un 64% desde 1961, afirma un estudio publicado en la revistaHemphasis Fall. A nivel mundial, la producción de pulpa para papel ha aumentado un 40% desde 1998, y otro 60% de crecimiento está previsto para los próximos 50 años.

Este incremento de la demanda está dando lugar a una de las industrias más contaminantes de la historia. Por ejemplo, Estados Unidos consume 200.000.000 toneladas de papel anualmente, suma que aumenta un 4% cada año. Esto supone un gasto de mil millones de árboles cada ciclo, unos 330 kilos por estadounidense promedio.

La extracción y procesamiento de la pulpa de papel aparece como la tercera industria más contaminante en el mundo, con 100.000 millones de kilos de emanaciones y residuos tóxicos en el aire y agua. La deforestación ha liberado aproximadamente 120.000 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, emitiendo además tres millones de toneladas de cloro. Este gas da lugar a la aparición de dioxinas, considerada como las sustancias tóxicas más peligrosas jamás producida, pues causan cáncer, insuficiencia hepática, abortos, malformaciones congénitas y hasta daños en el genoma.

Ante este panorama desolador, la industria papelera del cáñamo se revela como la principal alternativa, con procesos de extracción con reducido impacto medioambiental.

En los procesos habituales, tan solo hace falta agua, una batidora y carbonato sódico para obtener la pulpa de celulosa, también conocida como “lodo líquido”. Este producto carece de ácidos como el cloro, por lo que es biodegradable y seguro. Tras el estirado, compactado y secado, conseguimos un papel muy resistente que puede ser utilizado para distintas aplicaciones. Muchas muy habituales, tales como papel de archivo (por su durabilidad), bolsas de té, billetes, papel filtrante, productos de higiene, los tan recurridos papelillos de fumar o material de oficina. Recordemos que la industria actual de la pulpa y el papel utiliza grandes cantidades de agua para producir una tonelada de producto, mucho más que cualquier otra. Este factor se reduce con el cáñamo.

La ventaja principal del cáñamo como fuente de celulosa para papel, a diferencia de la obtenida de los árboles, es su utilización en la lucha contra la deforestación, que amenaza nuestros bosques. El rendimiento del cáñamo en cuanto a la cantidad de celulosa obtenida, cercana al 77%, resulta más eficiente que la madera o el algodón, cuya producción, pese a un90% de celulosa, incurre en mayores costes y contaminación. La preservación del hábitat natural y la conservación del suelo son factores a tener en cuenta.

La rapidez de su crecimiento hace que media hectárea de cáñamo pueda producir tanto papel como un cultivo mucho mayor de árboles en un ciclo de 20 años. Mientras que las distintas especies de árboles pueden tardar de 20 a 80 años en estar listos para la producción de papel, los tallos del cáñamo pueden estar listos para su recolección en tan solo cuatro meses.

Como nos explicaba Miguel Gimeno, ecoagricultor, las plantaciones de cáñamo, como muchas otras, son sumideros de carbono; esto es que ayudan a la gestión de gases tóxicos, fijándolos en sus estructuras y en el suelo. También requiere menos cuidados y riego que un cultivo convencional.

El papel resultante de la pulpa del cáñamo es más resistente por la longitud de sus fibras y puede durar cientos de años, evitando el proceso natural de envejecimiento del papel fabricado con árboles, en el que se amarillenta y se desquebraja. Además, se puede reciclar entre siete y ocho veces, frente a las tres que permite su competidor.

El papel nace en China, alrededor del siglo I d.C. Su fragmento más antiguo se recuperó de una tumba en la zona de Xian, provincia de Shaanxi y está fechado entre el 140 y el 87 a.C. Los escritos ancestrales, textos budistas de los siglos II y III a.C., están realizados sobre papel de cáñamo.

Desde que T´sai Lun, director de talleres imperiales y consejero privado de la corte del emperador Ho ti de la dinastía Han, concibiera la idea de preparar una mezcla de retazos de seda, corteza de morera, redes rotas, cáñamo y espinas de pescado en agua hirviendo, macerando la pulpa e inventando la base fundamental de la manufactura del papel en el año 105 d.C, el invento del papel se ha difundido a lo largo de la historia, permitiendo que la civilización se extendiese de forma mucho más rápida.

Billetes, borradores de la declaración de independencia de los Estados Unidos, panfletos históricos, Alicia en el País de las Maravillas de Carrol, Las Aventuras de Tom Sawyer o la biblia del rey James son algunos ejemplos de obras literarias cuyo soporte es el papel de cáñamo.

COMENTARIOS