Las gomitas de marihuana son posibles gracias al Willy Wonka del Cannabis, Jeff Salzsauler, fundador y jefe de operaciones de la empresa canadiense Dynaleo.
Sí. Existe un Willy Wonka de la mariguana y la historia es tan increíble y fantástica como sus productos: gomitas (dulces) elaboradas con marihuana con o sin psicoactivo, que ya comienzan a sonar por todo el mundo.
El nombre de esta empresa es Dynaleo y está ubicada en el área de Edmonton, una provincia de Alberta en Canadá y en concreto, es una fábrica amante de los dulces, las gomitas en específico, con un interesante valor agregado: marihuana, tanto en versiones psicoactivas con THC, componente recreativo de la planta, como de CBD, componente medicinal de la misma.
Dulces y gomitas de marihuana para mayores de edad
Estos dulces comestibles son una infusión del caramelo y la grenetina con químicos derivados de la planta. Ya sea con contenido de CBD únicamente para consumidores no recreativos enfocados en la salud y propiedades naturales o con THC, psicoactivo de la planta, las gomitas de este Willy Wonka de la marihuana llegaron para quedarse y estiman que una vez que su fábrica alcance su máximo potencial, serán capaces de producir 400 millones de gomitas de marihuana al año. Leíste bien.
La cantidad de productos que están surgiendo relacionados con la industria de la marihuana en todo el mundo se relacionan principalmente con los aspectos naturales que contiene la planta y están derivando en una industria completa que abarca la alimenticia, la de salud, la de belleza e incluso la textil. Aunado a ello, diversos países están interesados en el proceso de legalizar la marihuana, incluido México.
De acuerdo con declaraciones del jefe de operaciones y fundador, Jeff Salzsauler, Dynaleo es capaz de producir no solo más dulces que cualquier empresa dulcera relacionada con marihuana en Canadá, sino que cualquier fábrica de dulces en general del país entero.
Recientemente, Dynaleo ha recibido el permiso y la licencia federal para producir estas golosinas que ofrecen algo más que un simple un rush de azúcar. Con esto, se suman a diversas empresas en el mundo que han comenzado a tirar barreras, principalmente en productos que no contienen THC, pero sí otros elementos nutritivos y saludables de la planta de la marihuana.
Empaques y estilos al mero estilo de Willy Wonka
Un aspecto muy particular de esta empresa y sus productos, es la manera y el estilo en el que son producidos y empaquetados: verdaderamente parecen dulces y golosinas para niños, llenos de color en forma de ositos, trenzas de distintos sabores y apariencias y cualquier tipo de formas que puedes encontrar en cualquier dulcería infantil.
Para ellos, es muy importante dejar en claro que estos productos están creados y solo pueden comercializarse a mayores de edad. “A diferencia de un dulce para niños, nuestros productos están creados únicamente para el consumo recreativo de personas mayores .
“Nuestros sabores que van desde limón hasta uva, moras y un sinfín de sabores, son mejores que cualquier dulce convencional. Eso lo garantizamos. Nuestra diferencia es que nosotros tomamos a esta industria y la perfeccionamos con algo que sabemos hacer, entregando un producto único que no solo cumple un propósito, sino que además, sabe muy bien” menciona Jeff, quien anteriormente solía ser un chef profesional en Canadá. Estas gomitas son capaces de producir los mismos efectos de risa o sueño, por cierto.de edad, así como para uso médico aún cuando nuestros empaques y el estilo de nuestros dulces demuestren lo contrario”.
La empresa sigue a la espera de algunos permisos de distribución por parte del gobierno y los planes, son expandirse y convertirse en proveedores y manufactores de otro tipo de industrias que deseen trabajar con la planta de la mariguana y alcanzar los niveles que ellos mismos se han propuesto. Esta aprobación está esperada para mediados del próximo otoño, y de ser así, podremos conseguir (no sabemos si legal o ilegalmente) sus deliciosos y recreativos productos al mero estilo del Willy Wonka de la marihuana.
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