La irrupción de la medicina cannábica y la reivindicación de la planta demonizada durante siete décadas ha puesto muy nerviosa a la industria farmacéutica que podría sufrir perdidas multimillonarias.
No es preciso comulgar con el rastafarismo jamaiquino ni encajar en ningún otro estereotipo del consumidor de marihuana que durante el último siglo elaboraron quienes demonizaron esta planta con tradiciones milenarias que fue prohibida en 1937. No se precisa ser un fumador recreacional de la hierba, pero cada día crece de manera exponencial el número de personas cuyas vidas dependen de las dos, tres, cuatro o cinco gotitas de aceite de cannabis que a diario se coloca bajo la lengua. Esas gotas espesas del tamaño de un grano de arroz, que tienen un sabor intenso y amargo y vegetal, se usan para tratar enfermedades sumamente agresivas frente a las cuales la medicina y la farmacopea tradicional han claudicado.
Nada ni nadie hacía sospechar que esta planta con raíces milenarias que durante siete décadas fue demonizada, prohibida y empujada a la clandestinidad por intereses económicos que nada tienen que ver con la salud de la población iba a resurgir como una alternativa terapéutica a para 45 patologías diversas y simultáneamente iba a generar un cambio cultural y económico cuyos alcances todavía son difíciles de estimar
Lo cierto es que a principios del siglo XX, cuando la fibra de cáñamo era menos rentable que el algodón, la marihuana se publicitaba en los diarios como un cigarrillo contra el asma y la tos, pero bastó que alguien inventara una máquina que convirtió al cáñamo en más competitivo que el algodón, para que en 1937, el magnate algodonero y de la prensa estadounidense, William Randolph Hearst, lanzara una cruzada para convertir a la marihuana en una planta maldita. Los periódicos de Hearst instalaron la teoría de que los negros y mexicanos drogados con esta planta salían a cazar hijas de familias blancas para abusar de ellas. Así se logró su prohibición.
Este escenario de crecimiento exponencial de la medicina cannábica en todo el planeta, está poniendo muy nerviosas a las empresas farmacéuticas, que temen que la adopción de la marihuana como medicinal afecte las ventas de sus fármacos para tratar patologías crónicas y se desplomen en un futuro cercano.
La companía New Frontier Data, que analiza datos relacionados con la industria del cannabis, publicó un informe que evaluaba el presunto impacto de la legalización de la marihuana medicinal en los 50 estados de EE.UU.
Los resultados calculados indican que una cifra entre USD 4,4 mil millones y USD 4,9 mil millones que son gastados anualmente por los usuarios de sus medicamentos, correrían riesgo de no ser recibidos por las farmacéuticas, a causa de la adopción del cannabis medicinal por parte de estos pacientes.
New Frontier Data partió del hecho que había un grupo de pacientes que era más factible que se cambiaran a la medicación con cannabis, ya que la Academia Nacional de Ciencia encontró fundamentos científicos para apoyar su uso en las siguientes patologías y desórdenes crónicos: dolor crónico, dolor nervioso, trastorno de estrés postraumático (PTSD), náuseas y vómitos inducidos por la quimioterapia (CINV), síndrome de Tourette, trastornos del sueño, ansiedad, cuadros convulsivos-epilepsia y glaucoma.
No todas las farmacéuticas pueden verse afectadas de igual manera. Según la revista NaciónCannabis las empresas más amenazadas por esta medida serían:
Big Pharma porque entre sus medicamentos cuenta con varios ansiolíticos, analgésicos y antiepilépticos.
Pfizer, porque dos de sus medicamentos Effexor y Zoloft tratan los cuadros de ansiedad y estrés postraumático. El fármaco antiepiléptico Zarontin y para el glaucoma Xalatan, también pueden ser reemplazados por aceite de canabis.
Allergan que también produce y comercializa fármacos destinados como es el Alphagan y Lumigan para el glaucoma, ambos, con muy buena venta en los EE.UU.
El listado incluye a Eli Lilly que vende Cymbalta y Prozac, ambos prescritos para trastornos de ansiedad.
Por su parte, Novartis produce el medicamento antiepiléptico Tegretol y el Travata, que se prescribe para el glaucoma.
El diario La República de Uruguay señala que desde la legalización del cannabis, ocurrida durante el año pasado en varias partes del mundo, nuevos emprendimientos han surgido en torno a esta planta. Entre ellos, en Estados Unidos, se ha creado una industria millonaria a tan solo tres años de la legalización del expendio.
Según el portal Thecannabist, la estimación del mercado de Colorado es de 7,1 mil millones de dólares en 2016. Incluso la a nueva industria está atrayendo a empresas como Tokyo Smoke’s Alan Gertner (Apple), Apothecanna’s James Kennedy (Aveda) y Pax’s Peter Bain (GoPro).
Religión y comida
La planta ha sido utilizada con fines ceremoniales y religiosos. Esta primavera, la comunidad judía de Oregon celebró el primer Seder oficial con cannabis en Portland. La Unión Ortodoxa incluso ha galardonado con la certificación kosher a la marihuana medicinal en Nueva York. Este año también se ha creado la primera iglesia del cannabis en Lansing, ubicada en el estado Míchigan, que se propone eliminar los estigmas negativos sobre el consumo de marihuana.
También han surgido comestibles con marihuana, como es el caso de las trufas, hechas por chocolatero Lauren Gockley. Además, cada vez se hacen más las denominadas experiencias “weed”, que se denominan como eventos amigables, en los cuales se puede fumar marihuana. En este tipo de actividades entran las bodas canábicas, que se han vuelto populares en los últimos meses.
Relajación y deportes
Asimismo, se ha creado un nuevo modo de hacer yoga, en donde se organizan eventos donde se mezcla la marihuana, el yoga y el champagne.
Moda y cosmética
Por otro lado, los especialistas en moda han visto un montón de hojas de marihuana dentro de la colección de de prêt-à-porter de Alexander Wang durante la New York Fashion Week y también en la vestimenta que lució Margot Robbie durante su monólogo en Saturday Night Live en el estreno de la temporada del show. Gigi Hadid y Kendall Jenner ayudaron al diseñador de joyas Jacquie Aiche a lanzar una nueva colección de cannabis.
Hay marcas de renombre como The Body Shop y o Dr. Bronner que utilizan desde hace tiempo a planta como ingrediente para la cosmética. Como no podía ser de otra manera, la industria de la “la belleza del cannabis”, experimentó un repunte en el año 2016, con técnicas y tratamientos nada novedosos en las culturas orientales. En un informe de marzo de Eviana Hartman para Vogue se explica que los compuestos de la planta cubren todos los aspectos: desde “antiinflamatorio, antiespasmódico, analgésico, celular regenerativa y contra la proliferación celular de las células malas”. Junto a la investigación moderna y en asociación con los estudios médicos se espera una constante mejora en este campo.
Algunos atletas profesionales han salido a hablar sobre los beneficios para la salud que tiene el cannabis. En la NBA, Chauncey Billups y Steve Kerr, hablaron recientemente sobre los beneficios del cannabis, y en la NFL, Eugene Monroe ha declarado que su misión es “lograr que la NFL acepte los cannabinoides como una opción viable para el manejo del dolor. El ex jugador de la NFL Randy Moss dice que la marihuana medicinal “definitivamente debe entrar al terreno de juego”. Mientras tanto, muchos ex jugadores hicieron campaña activamente para recaudar dinero para la investigación cannabidiol.
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